Has acabado la carrera de Odontología. Eres el primero de tu familia en esta profesión y estás dispuesto a iniciar tu dinastía. Entendemos muy bien tus dudas y preocupaciones.
Cuando acabas te gradúas como dentista tienes tres opciones principales:
- Unirte a una clínica privada
- Unirte a una franquicia dental
- O iniciar tu negocio, tu propia clínica dental
La última opción es la opción más compleja, pero también es la vía más rápida para ahondar tanto en tu faceta como profesional dental como en tu faceta como empresario.
Aquí tienes más información por si decides montar tu propia clínica con muy poca experiencia (SPOILER: Te acompañamos en todo momento).
En esta publicación, ahondamos en las dos primeras opciones: clínica dental privada vs. franquicia dental.
Ambas opciones tienen ventajas y desventajas. Por supuesto, la mejor opción depende de tus objetivos como profesional del sector dental.
Pero para que puedas aclarar tus ideas y acelerar tu decisión, te hacemos reflexionar sobre cada una de ellas para que tomes la mejor decisión para ti.
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Antes de nada: entiende las diferencias entre la práctica privada y en una franquicia dental
En general, las clínicas privadas son propiedad del dentista que las dirige. Este dentista, como inversor principal de la clínica, suele estar involucrado en todo el proceso de administración de la consulta, lo que incluye contratación de personal, facturación, formación, captación de pacientes, etc.
Si una clínica cuenta con varias especializaciones, también es común que otros dentistas se vayan sumando a la clínica como socios y tengan cierto poder de decisión (en función de su aportación, ya sea en forma de capital o de trabajo).
No obstante, como recién graduado en Odontología, es probable que entres a trabajar en una clínica privada como empleado. Según vayas adquiriendo experiencia y desarrolles tu marca personal, seguramente aparezca la posibilidad de asociarte (y, por lo tanto, sobresalir más en tu carrera y ganar más dinero). También puedes optar por iniciar tu propio negocio.
Por otro lado, las franquicias dentales operan como grandes empresas. Son propiedad de una empresa más grande o inversionista, que se encarga de tomar todas las decisiones y poner en marcha todos los procesos.
Entrarás como empleado y te irás como empleado. Aunque, por supuesto, puedes ir ascendiendo a puestos de responsabilidad y especialización.
Pros y contras
A modo resumen, las ventajas y desventajas de unirte a una clínica dental franquiciada versus una clínica dental privada son:
Clínica privada | Franquicia dental |
Pros | |
Podrás construir relaciones con tus pacientes y ahondar en sus tratamientos a largo plazo. | Trabajarás en una marca probablemente reconocida. |
Tendrás voz y podrás aportar mejoras y sugerencias sobre el funcionamiento de la clínica. | Podrás enfocarte en tu especialización y en formarte. |
Estarás cogiendo todo el conocimiento necesario para montar tu propia clínica dental. | Seguramente puedas pedir traslado a otra ciudad. |
Contras | |
No trabajarás para una marca reconocida a nivel nacional (en la mayoría de los casos). | Será más complejo construir relaciones con tus pacientes. |
Deberás aportar tu granito de arena a la hora de captar pacientes. | Tendrás que adaptarte 100% a las políticas de la empresa (esto puede chocar con tu ética). |
Deberás dar el 100 % en cada día de práctica, los pacientes no te dan una segunda oportunidad (aunque esto deberías considerarlo una ventaja) | No tendrás voz en la toma de decisiones y la dirección del negocio |
¿Cómo elegir entre trabajar para una franquicia o una clínica dentales privada?
Como comentamos más arriba, dependerá de ti, de tu situación y de tus objetivos.
No obstante, aquí tienes los puntos sobre los que tienes que reflexionar para tomar esa decisión:
Decide qué tipo de relaciones quieres tener con tus pacientes
Aunque hay excepciones, la gran mayoría de pacientes de una franquicia dental son temporales. Por lo que las posibilidades de establecer relaciones con tus pacientes se complican.
En cambio, en las clínicas privadas se sueles establecer relaciones más profundas y duraderas con los pacientes. Esto se debe en parte a que no hay mucha rotación o cambio de personal ni de pacientes, por lo que se suele coincidir a menudo.
Si eres un odontólogo vocacional, te gusta ver como avanzan tus tratamientos, y cómo mejoras la salud bucal de tus pacientes, es posible que prefieras una práctica privada.
Considera tus objetivos profesionales a largo plazo
Este punto es muy importante. Pregúntate: ¿Cuál es tu objetivo final en tu carrera dental?
Si aspiras a ser el dueño de tu propia clínica dental, lo mejor sería que apostaras por formar parte de una para aprender desde dentro.
Si, por ejemplo, esperas dar el salto a la investigación, una franquicia te puede abrir puertas a ver muchos casos sin preocuparte por el día a día de un negocio más pequeño y demandante.
Por otra parte, sería conveniente que analizases el futuro de la profesión y te planteases cómo pretendes adaptarte a las tendencias, tales como la odontología estética o los cambios regulatorios de la práctica dental. En ese sentido, ¿aspiras a ser un artesano o un trabajador en cadena?
Evalúa las oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional
Tanto en prácticas privadas como en franquicias dentales, encontrarás oportunidades de crecer y desarrollarte como profesional, sea cual sea el camino que quieres tomar. Y, por supuesto, a lo largo de tu carrera tienes tiempo para equivocarte y volver a empezar de 0. ¡No pasa nada!
Sin embargo, es probable que tengas más oportunidades de crecer en habilidades de liderazgo y gestión en una clínica privada (las oportunidades de ayudar y mejorar el negocio son ilimitadas).
Mientras que, en una franquicia dental, avanzarás antes en tus habilidades clínicas y en tus conocimientos porque tendrás acceso a una red más amplia de colegas y recursos.
Compara la cultura, el ambiente de trabajo y los riesgos
La cultura y el ambiente de trabajo también pueden variar entre prácticas privadas y franquicias dentales.
Es importante que pienses en qué entorno quieres trabajar y cómo estarás más cómodo.
En general, el ambiente en las clínicas privadas es más familiar y personalizado, y las relaciones con el personal y los pacientes son más estrechas. Por lo que es más probable que te tengan en cuenta a la hora de tomar decisiones.
En las franquicias dentales te encontrarás con una estructura más corporativa y estandarizada, enfocada en la eficiencia y en la rentabilidad. Por lo que más que pacientes, te dedicarás a trabajar con clientes.
Por otra parte, recuerda que ambas modalidades tienen riesgos financieros asociados. Antes de decantarte por una marca concreta, ya sea una clínica privada o una franquicia, ten en cuenta su estabilidad financiera y cómo pueden verse afectadas por factores externos.
En resumen…
Toma una decisión de forma informada y ve adaptándote a medida que evolucionas
Tanto las clínicas dentales privadas como las franquicias dentales te van a ofrecer ventajas y desventajas cuando acabes de estudiar Odontología.
Además, es posible que cambies de opinión a lo largo de tu carrera, y eso está bien. Lo más importante es que estés dispuesto a adaptarte y a aprender de cada experiencia a medida que evolucionas en tu carrera dental.
Solo asegúrate de tener en cuenta y reflexionar sobre los puntos anteriores, tomarás tu decisión de forma más segura.
Una vez tengas claro en qué modalidad quieres comenzar, solo te quedará comenzar la búsqueda de la clínica para comenzar a trabajar. ¡Suerte!