¿Te gustaría mejorar la rentabilidad de tu negocio odontológico? Además de apostar por técnicas de última generación a la hora de realizar los tratamientos o estrategias de marketing que te permitan atraer más pacientes, es crucial gestionar adecuadamente la parte financiera de tu clínica dental.
Para obtener los beneficios que deseas hay definir y clasificar muy bien cuáles son los gastos fijos y variables que asumes. Por ello, voy a tratar de diferenciar unos de otros para que puedas controlar perfectamente tus cuentas, así como mejorar y optimizar la salud financiera de tu clínica dental. Si quieres conocer de primera mano cuáles son los costes que conlleva tu centro odontológico, te invito a seguir leyendo este post.
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¿Cuáles son tus gastos fijos?
Como ya te he contado en otras ocasiones y siempre recomiendo a mis clientes, realizar una cuenta de explotación te ayuda a analizar y medir los ingresos y los gastos asociados a tu negocio. Este ejercicio es vital a la hora de conocer con exactitud cuánto factura la clínica y a qué parte se destinan todos los gastos.
Tal y como su propio nombre indica, los gastos fijos son aquellos que se mantienen cada mes, independientemente del volumen de pacientes. En esta tipología se encuentran:
- Gastos de personal: son los gastos que están relacionados con los miembros del equipo de la clínica. Esencialmente son los sueldos, la seguridad social de todos los empleados y la colegiación de cada odontólogo.
- Costes financieros: hacen referencia a todos los gastos que cobra el banco por financiar tratamientos y los intereses de los leasings o préstamos de aparatología.
- Costes de estructura: son aquellos gastos que genera el centro. Por ejemplo, el alquiler o la hipoteca, los suministros (agua, luz, teléfono, internet, etc.) o el seguro de la clínica. También están otra serie de gastos como la gestión LOPDGDD, de residuos clínicos y de prevención de riesgos laborales. Además, dentro de esta categoría están incluidos los costes de gestoría y la papelería.
- Costes comerciales: por último, otros de los gastos fijos son los que están destinados a la captación de pacientes y al cierre de tratamientos: la publicidad y el marketing dental. Es decir, la inversión destinada a campañas de buzoneo o anuncios en internet, entre otros.
¿Y variables?
En cuanto a los costes variables, son los gastos que aumentan o disminuyen proporcionalmente, dependiendo del nivel de actividad. O, dicho de otro modo, todos los gastos asociados a la ejecución del tratamiento. Principalmente, los costes variables asociados a una clínica dental son:
- Material empleado en cada tratamiento.
- Gastos de laboratorio.
- Comisión de los doctores.
- Contratación de profesionales externos.
- Formación.
Una vez que conoces en profundidad todos los costes, podrás reflexionar sobre tus gastos y tus ingresos, así como pensar en la evolución de tu negocio. Recuerda que una clínica dental debe situar su rentabilidad entre el 20 y el 25% después de haber asumido todos los gastos.
En Ascensium contamos con un equipo de especialistas en consultoría dental que se encargará de ofrecerte todas las herramientas que necesitas para mejorar la rentabilidad y la gestión financiera de tu clínica.
Por último, te recordamos que hemos creado un curso online exclusivo que te ofrecerá todas las claves para gestionar eficientemente tu clínica dental durante y después del periodo de emergencia.
Si quieres conocer más información, te invitamos a contactar con nosotros: ¡estaremos encantados de resolver tus dudas!
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¡Recibe un cordial saludo!